martes, abril 25, 2006

Lite up the sky

"Mine is yours and yours is mine,
I will sacrifice.
In your honor
I would die tonight
for you to feel alive."


"In your honor", Foo Fighters.


La decisión estaba tomada y con la convicción de quien cree se paró en el borde del precipicio. Ella no podía soltar su mano aunque sabía que aquella demostración de amor era lo que a final de cuentas los salvaría a ambos, porque la verdad es que en un sacrificio ambas partes ganan. "Lo hago por vos", le dijo él por última vez mientras soltaba su mano y se arrojaba al vacío para quedar envuelto en la noche.

Pronto sintió el aire frío rodeando su cuerpo pero luego la sensación fue cambiando hasta sentir que ya no había frío; y es que en realidad ya no había ni frío, ni calor, ni sensación alguna porque ya no había cuerpo, él era ya uno con el aire, uno con la noche. En la mitad de la caída fue que ocurrió la transmutación y el devenir como una nueva estrella en lo alto de un cielo que otrora oscuro ahora aparecía iluminado con una fuerte luz, la luz que la guió a ella en el camino de vuelta a casa.

martes, abril 18, 2006

Experimental

Solía observar en tu mirada un dejo de melancolía cada vez que leías su nombre escrito en algún sitio, de la misma forma en que lo notaba cuando alguien osaba pronunciarlo por ahí. Y por más que siempre me lo nombrabas para criticarlo, nunca pude creer que ya no sintieras nada por él. Te conozco, y sabés que soy bastante bueno percibiendo a los demás. A él nunca le tuve celos, ni siquiera ahora cuando los estoy viendo en la calle tomados de la mano; no sé, será por eso que ya no siento nada por nadie, al final todos se terminan alejando, siempre es igual, aunque mi fortaleza y debilidad radican precisamente en que me doy cuenta de todo antes que pase. Pero no te preocupes, siempre me las ingenio para terminar ileso transitando entre explosiones.

domingo, abril 09, 2006

Fall

En las frías madrugadas de vuelta a casa solía sentirse solo. Pero ya no más, porque el otoño ha regado de hojas secas las veredas, ahora el dorado que aún resplandece bajo la fluorescencia de la luz eléctrica de la calle y ese crujir seco bajo sus pies acompañan su camino. Todo eso y un perfume, la floresencia de ese perfume tuyo que lleva pegado en sus manos.