sábado, junio 30, 2007

Experimental jet set

Por la esquina de mi casa, cual moderna amenaza,
90.000 autos al día no cesan de pasar.

Semáforos sincronizados, soldados computarizados,
custodiarán mi paso allí, cuando decida cruzar.

Gente desincronizada, acelera amenazada,
demostrando su deseo de llegar más rápido allí
donde sé que no quieren estar.

Pasó mucho tiempo, recuerdo contento, desde que
perdí la capacidad de escuchar;

el ruido de sus motores, de esos 90.000 motores
que me indican que allí algo anda mal.

Bajo por la rampla, cruzando a mis anchas,
dándome cuenta que los semáforos, de pronto,
dejan de funcionar.

Amenazas de acelere, de inminente despegue,
miradas que dicen
"cruzá rápido que voy a arrancar".
Ningún "rápido", pienso, que ya hace un buen tiempo
en el que yo dejé de acelerar.

Detenido mi paso en medio del paso, amarillas son las
luces que proyectan mi sombra al parar.
Todo ocurre allí mismo, en esta cuna de pesimismo,
en la que hoy decidí no dejarlos pasar.