Salimos del lugar. Atrás queda el sonido de la música, el humo y la gente; adelante están a noche y la ciudad que nos envuelven con una atmósfera fría. Siento ganas de abrazarla pero me contengo, acá no. “Tendría que dar demasiadas explicaciones”, me dijo la otra vez. La frase se aplica a esta situación también. No me gustaría complicarle la vida pero quiero complicarle la vida. La miro, me duele el corazón y el estómago, todo al mismo tiempo. Estoy seguro que el día en que se puso de novia, yo sin siquiera conocerla todavía, debo haber tenido la peor de las pesadillas; si hasta los ángeles deben de haber llorado ese día.
No se cómo mirarla, cada vez que lo hago no puedo evitar sonreír, y me encanta que me devuelva la sonrisa porque esa sonrisa es la que me deja en el aire, la que me pierde, la que me hace sentir tonto: un tonto caminando por las nubes. Saco mi móvil del bolsillo del sobretodo, se lo enseño y lo apago. “Perdámonos. Que nadie nos encuentre. Apagá también el tuyo”, propongo. No sé que hará, qué me dirá. Me encantaría que me hiciera caso.
Dos puntos desaparecen de la celda A10 de la red celular de Movistar, de pronto las antenas no nos captan, desaparece la sensación de ser víctimas de algún tipo orwelliano de control. Y es que finalmente ya no somos ubicables, no hay que dar eventuales explicaciones, no hay “dónde estás” ni “con quién”, por lo menos por lo que resta de la noche.
Cruzamos la avenida, tomo su mano. La zona es menos transitada y parece más oscura. Hablamos. De todo y nada. Pienso. Espero no tener que entregarle la otra página, con el otro final escrito de la historia, un final que nos deja como estábamos antes, en la rutina, en lo mismo, en la inercia del arrastre, con las mismas personas, con la misma vida, sin cosquilleos en el estómago, sin dolores de amor en el corazón.
Le propongo ir al parque que está a una cuadra de su edificio, sólo por unos momentos, le aclaro. Luego la acompaño de vuelta y me voy: “Pasa que quiero, necesito, hablar un rato con vos”. No se qué me dirá. ¿Sentirá miedo? ¿Pensará que estoy loco? Espero con una sonrisa poder demostrarle que jamás le haría daño.
Llegamos al parque. El lugar me trae recuerdos de pequeño aunque ya no es lo que era. Todo ha cambiado, los colores son otros. Sólo un árbol gigante que está ahí desde siempre parece seguir siendo el único testigo de mi historia. En realidad todos hemos cambiado, también el árbol, por más que sigamos perdidos en el mismo lugar. Nos sentamos en un banco cerca de aquel árbol.
“Algo que no te dije la primer noche que te conocí, al despedirme: Me encantó conocerte”, le digo. Ella sonríe. Le acaricio el pelo. La miro fijo y quiero que no me sostenga la mirada, pero que siga sonriendo. No puedo dilatar más las cosas. Me tengo que sacar la duda. La beso.
- - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -
Hay ocasiones en las que pienso que todo está escrito, la vida, la gente, las cosas que pasan. Todas estas palabras están ya escritas, pero en carácter potencial, porque todo lo narrado todavía no ocurrió, no al momento en que lo escribí. Pero quiero que ocurra y voy a poner mi intención para que ello pase, después de todo la realidad última la creamos nosotros con nuestras intenciones.
La clave de todo está en entender que el Escritor siempre nos deja ser Coautores, pasa que nosotros no nos damos cuenta de ello. Y es que el conjunto de Coautores es en realidad el Escritor. La historia se crea y acontece por sí sola, nosotros sólo debemos leerla, aceptarla y seguir escribiendo la línea de ficción. Este juego, Lilah, es como un gran Cadáver Exquisito, donde se nos pasa una línea y nosotros la continuamos, la única condición es que la línea inicial debe ser siempre aceptada como es, porque acontece porque si, porque lo que sucede conviene. Y es que en éste gran juego, en esta representación teatral que es la vida, los escritores y guionistas también somos nosotros.
Este no es más que el principio de la historia que quiero, y éste principio necesitaba escribirlo yo. Es sólo escribir el comienzo de un sueño más, sólo uno más dentro de éste otro sueño más grande en el que todos estamos soñando.
- - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -
19 comentarios:
Me gusta tu perfil... coincido contigo en algo de cine, música y libros :)
Saludos!
Dicen que para un escritor un buen principio es fundamental y este me parece un muy buen principio. Si jugamos al Lilah: acordate que así como sos coautor por un lado; sos por el otro, un autor que recibe acotaciones al margen también.
“Un beso sin tiempo…
Mariposas en el estómago,
Y yo tan nervioso…”
Salutes
Aneke: Bienvenida y gracias por comentar. Si coincidís con algunas cosas de mi perfil tal vez entonces te gusten los textos que dejo cada tanto por aquí...
Mar: Por eso mismo, el ser coautor (además de escritor) significa recibir letra desde otro lado ¿no? :) Y creo que nos referimos a ese Mismo Lado.
Salutes
¿Y qué digo yo ante este post que me ha dejado la boca abierta por su hermosura?
Es un precioso comienzo de una historia que, espero, también lo sea.
Me ha encantado, sin más.
Espero que sigas animado para seguir escribiendo, porque es una maravilla deslumbrarse con estos diamantes que nos ofreces.
Un beso enorme!!
Marta: Muchas gracias por los alientos. Intentaré seguir escribiendo. Este fue un texto viejo que encontré por allí e intenté mejorar un poco.
Salutes
De pronto viajan a mi mente lo que sé de vos, o cuestiones que asocio muy ligadamente a tu persona: Deuxmachine, Perdido en Maya, Waking Life, los diálogos de índole metafísico. También vuelvo a algunas expresiones que incorporé de vos, a saber, que lo que sucede conviene y que la vida es un teatro de ilusiones.
Si reúno todas esas ideas tuyas, logro darme cuenta de tu pensamiento formando parte de un todo; parece una pavada lo que digo, pero siento que si este texto me hubiera llegado sin conocer su autor, inmediatamente lo hubiese vinculado a vos.
Todas tus experiencias, ideas, creencias, están entrelazadas, tienen que ver y uno puede ingresar a ellas desde cualquier lado, como quien dice...Eso me llama la atención porque más allá de las facetas múltiples que pueden haber en uno, no siempre es posible advertir una unidad. No sé si me explico bien...
Coincido en que los escritores narran lo que ya está dado, sólo que orientan un relato desde una óptica distinta, personal,pero a la vez universal. Es por eso, supongo, que se pueda hacer comprensión de los textos más allá de su semántica, esto es, del sentido de las oraciones. Lo que se entiende como el "mensaje" de un texto es aprehensible en la medida en que otros hayan tenido experiencias de tal realidad, ya sea vividas por sí mismos o conocidas a través de terceros.
En relación a lo que planteás después del texto principal, me pongo a pensar si existirá algo así como la libertad y hasta qué punto. El libre albedrío es un tema que muchas veces obliga a caer en un círculo vicioso de pensamiento. Me cuesta tener una opinión formada acerca de su posibilidad o no.
Siga escribiendo su historia...Yo intentaré hacer lo propio, más allá de algún que otro tropezón, je...
Me queda una duda, como ignorante de la tecnología que soy: "Dos puntos desaparecen de la celda A10 de la red celular de Movistar..." ¿Cómo sería eso?
Un abrazo.
!HOLA!JUANBA,volvieron los textos "romanticos",esa es la onda que mejor te va y la que más pega en el pùblico femenino...MUY LINDO!!!y vamos por la segunda parte de la historia...jeje. BESOS y que estés muy bien.
Adrián: Gracias por tus palabras. Supongo que todos los textos de quien escribe tienen algo de esa "unidad" que vos mencionás, después de todo "todo es Uno" (advaita). A mi me pasa lo mismo al leer cosas tuyas, más allá de la diversidad de temas e ideas tratadas en tu blog hay un solo observador, vos, y todo se filtra a través de tu visión, tus ideas, tus creencias, tus sensaciones, lo cual hace que los diversos textos tengan en el fondo un sabor en común, después de todo eso nos da esa cierta "individualidad" en los textos, ese sabor a "soyoidad" diría Maharaj, en nuestras formas de escribir.
El tema del libre albedrío es a la mente como el perro que se quiere morder la punta de su cola: da vueltas y vueltas hasta que se cansa. ¿Haste qué punto sos vos? ¿Hasta qué punto es el destino? Interpretaciones hay muchas, yo creo en lo personal que vos creás tu propia realidad y de alguna forma eso que decidiste por elección tenía que ser así, debía ocurrir así. Al procesar esto es donde la mente se queda en "blanco", tildada mal, jajaja...
Lo del teléfono móvil es así: La red celular de cada compañía telefónica está compuesta por celdas distribuidas a lo largo de toda la ciudad (provincia, país). Cada celda cubre un sector, si dividimos la ciudad en sectores y les damos una codificación cualquiera (Sector A1, A2, ..., A10) la celda en un sector dado gestionará en un momento la cantidad de teléfonos móviles que estén en ese sector bajo su cobertura. Cada teléfono está constantemente mandando "pings" a la celda de ese sector para comunicar su posición, si el celular se apaga, viendo el sector como un mapa lleno de puntos en un monitor en la central, un punto desaparecería de ese sector, ese punto correspondería al teléfono que se apagó. Me quedó algo extenso y no sé si entendió....
Adriana: Gracias por pasar. En realidad este es un texto viejo "resucitado" jajaja... No sé si podré continuar con esta línea que tanto te gusta, a lo mejor si se dan las circunstancias sí, uno nunca sabe.
Salutes gente!
Me encantó tu manera de relatar el principio de esta historia! Me sentí muy identificada (lástima que el final mi histroria no fuera tan lindo..)
Me gusta cómo escribes, volveré, sin duda.
uppps! quise decir ... el final de mi historia...
Angie: Bienvenida por aquí. Gracias por tus palabras, sirven de aliento para seguir escribiendo en especial si son salidas de alguien nuevo por aquí, pero bueno, que no ando con mucho tiempo. Prometo pasar por tu blog (con tiempo también!) :)
Salutes
Gracias por la explicación de los teléfonos. Ahora comprendo cómo en el caso de los crímenes logran intervenir los celulares y advertir dónde una persona estuvo aún cuando apagó su celular. Eso no me cerraba...Yo pensé que cuando el teléfono se apagaba se perdía todo rastro...
Hola Juanba! Tanto tiempo, me absolutamente encantó la historia.
Volviste...
Un beso,
carito
Caro: Gracias por tus palabras, aunque la historia es algo vieja, hice como un refrito y la colgué ;D
Besos!
y.....vamos a quedarnos solo con el "PRIMCIPIO", NO VALE...VAMOS POR LA SEGUNDA PARTE...Y MASSS!!!BESOS....
p/d: te imaginaba en el Luna Park con mi beba rub...col...bah!!!ni sé, jaja...
Perdón quise decir "PRINCIPIO" y no PRIMCIPIO-
Adriana: De esta historia, como de tantas otras que dejo aquí, me parece que no va a haber continuación, fue sólo un "principio" escrito hace ya más de un año. Pero si surgen novedades te mantengo informada...
En cuanto a lo otro, no, no es una banda que me llame la atención tanto como para viajar, no me molesta escuchar su música pero no da para tanto como un viaje a Bs. As.; por otro lado compromisos académicos y laborales igualmente me hubiesen impedido ir.
Salutes
que lindo Juanba.
hablando de cadaver exquisito mirá este que hizo una amiga http://www.valeduque.blogspot.com/
y continuamos tejiendo la trama
:-)
beso
Jime: Gracias por tus palabras, con tiempo me pongo a leer el blog que me recomendaste.
Salutes
Publicar un comentario