Ayer al salir del trabajo noté que había perdido mi teléfono celular. No sé donde lo pude haber dejado. No apareció por ningún lado. Recorrí todas las oficinas por donde anduve y nada.
Fue entonces que, preocupado, decidí hacer lo que todo el mundo hace en un caso como estos: llamar a mi número por las dudas alguien me atendiera y arreglar así el pago de un rescate por mi teléfono.
Se ve que del otro lado atendí el llamado yo mismo, ya que reconocí mi voz diciendo "Hola". En el ambiente se escuchaban muchos ruidos pero todos se oían como si estuvieran modulados por un flanger; oí voces de chicas gritando y riendo, de fondo sonaba una música muy fuerte que parecía ser un tema de Aphex Twin.
En fin, la cosa es que con todo ese ruido de fondo no me entendí nada, ninguno de nuestros "yo" pudieron comunicarse.
El tema de no tener el celular todavía me preocupa un poco, pero algo en mi interior me dice que eso ya no debería importarme, que me alegre y me despreocupe, que en algún otro lugar diferente a este plano dimensional la estoy pasando muy bien y que con respecto al teléfono, no hay problema, de todas formas y de alguna manera lo sigo teniendo yo.
4 comentarios:
Juanba, el título del intrigante post no debería ser Ganancia?
Buena observación principito, en realidad yo estoy ganando hace tiempo, hace más de 4 años que no tengo celular.
¡Qué bueno!
Buena intervención de Petit Prince.
Siento la más profunda aversión por esas inmundicias sonoras que nos ofertan a título de "Be cool! Be always AVAILABLE!".
¿Dónde se ha visto, acaso, que dos Yo se comuniquen? Eso me hace reír...
A mí los celulares no me gustan, sobre todo porque generan dependencia. Pero el perder uno, me generaría una enfermiza paranoia.
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